Por David Pike Lizárraga

#EspecialMemoria A propósito del 48 aniversario de la Masacre de Pasco, charlamos con Alejandro Lencina. Sobreviviente con apenas 4 años de aquella masacre de la cual fue víctima su padre, el concejal Héctor Lencina.

Foto: Revista Resistencias

Alejandro es referente del Instituto para la Memoria del Pueblo. Nos cuenta que este martes 21 realizarán una serie de actos para honrar a las víctimas, mientras comenta el significado de este homenaje y los desafíos para el redescubrimiento necesario de esta masacre en tiempos de democracia para las generaciones futuras.

¿Cómo se preparan para este nuevo aniversario?

Desde el Instituto de la Memoria del Pueblo estamos organizando varios actos para ese día en conjunto. Primero, como todos los años se hace a la mañana en el cementerio municipal, que es una cita que siempre se hizo  desde el primer aniversario de forma clandestina durante la dictadura. Como no se podía hacer un acto, iba un compañero y le dejaban una flor en la tumba de los compañeros asesinados. Eso se fue manteniendo y a partir del ‘83 se empezaron a hacer homenajes públicos.

A las 14 se hace en Mármol, que fue el lugar físico donde asesinaron a los compañeros. Ellos fueron secuestrados en el barrio de Temperley,  llevados más o menos unos tres kilómetros de ahí, a la localidad de Mármol, donde fueron fusilados y dinamitados sus cuerpos. El año pasado, por primera vez, se señalizó el lugar después de 47 años.

En el año 1995, en conjunto con la Municipalidad de Lomas y el Instituto de la Memoria del Pueblo, hicimos un monumento en el barrio donde militaban los compañeros. Ahí cerramos las actividades.

Un día antes, el 20 de marzo (ayer), se va a hacer por segunda vez consecutiva una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de Lomas de Zamora en las instalaciones del ex centro clandestino de detención y exterminio el Pozo de Banfield. Como Instituto también estamos invitados a participar. Desde el año 2017 en Lomas de Zamora, se declaró el 21 de marzo como el día municipal de la memoria en homenaje también a los mártires de Pasco.

Foto: Revista Resistencias

¿Qué significado le dan al homenaje?

Nosotros estamos en esta situación de producir el verdadero y justo homenaje de nuestros héroes y mártires del pueblo, pero también queremos darle otro cariz a los homenajes en el sentido de que, por lo general, el sistema trata de encasillarnos en una cuestión trágica, casi policial del hecho, y nosotros queremos invertir ese homenaje a los compañeros, también reivindicando su proyecto político. Siempre desde la alegría porque nuestros compañeros eran muy jóvenes, militaban y tenían un compromiso muy fuerte con la vida y fueron capaces de llevar ese compromiso hasta las últimas consecuencias.

También queremos aportar al debate sobre la historia de esa generación, ese aporte a la reconstrucción de la memoria y la verdad histórica que también es parte de no sacar de contexto todo lo que hicieron los compañeros en esa época. Pasaron muchos años ya de estas tragedias y hay muchas generaciones que tienen que redescubrir todo esto, tomando consciencia de la tragedia vivida, pero mirando hacia el futuro y reconstruyendo sus propios desafíos.

Foto: Info Region

¿Cómo pensas que tiene que darse ese redescubrimiento para las nuevas generaciones?

La generación de mi viejo y de Pasco trabajaron con esa síntesis que fue el “Luche y vuelve” para que vuelva el General Perón a la patria después de tantos años de proscripción. Creo que ahora las nuevas generaciones tienen que empezar a reconstruir sus desafíos generacionales.

Y nosotros que estamos ahí en esa etapa medio bisagra, que somos los hijos de esos mártires, pero también somos adultos, tenemos que dar ese puente entre generaciones y ese es el rol que nosotros tratamos de aportar. Desde el 2003 con esas 3 palabras que sintetizó el estado nacional, que son Memoria, Verdad y Justicia, realmente se puso en agenda de la discusión política y del Estado.

Hay que discutir que para poder instalar un proyecto económico, un proyecto totalmente distinto a lo que planteaba toda una generación, había que exterminar a miles de compañeras y compañeros. Las fuerzas represivas fueron los instrumentadores, los que ejecutaron, los que mataron. Pero atrás, también había una cuestión ideológica y un sistema también manejado por civiles, sobre todo, por el poder económico.

Se sentaron en el país las bases económicas que hoy siguen vigentes. Para eso la participación del pueblo había que pararla y lo han hecho sin escatimar, necesitaron de cientos de Centros Clandestinos de exterminio. Hoy quizás no están dadas las condiciones para eso, pero sí a través de otros mecanismos más solapados como son los medios y la Justicia.

Este año está atravesado por los debates en relación al 40 aniversario de la recuperación de la democracia y estamos a días de un nuevo aniversario del Golpe del 76 ¿Qué significado toma la Masacre de Pasco en este contexto?

Pasco tuvo esa arista que fue justamente un año antes del golpe militar, fue durante la democracia,  durante el gobierno de Isabel Perón y durante la gobernación de Calabró. Uno de los asesinados era un concejal, mi padre Héctor Lencina que estaba en funciones y tenía un cargo institucional en el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora.

Fue la antesala de lo que se venía preparando para el golpe militar. Pasco hay que debatirlo, pensarlo y analizarlo desde lo que era esa coyuntura histórica. Cuando nosotros decimos aportar a la reconstrucción de la verdad histórica es sin sacar de contexto los hechos.

Pasco es emblemático porque fue durante un gobierno democrático y formó parte de lo que nosotros entendemos fue la provocación dentro del campo popular para generar condiciones para que la sociedad buscará algún tipo de orden. Porque también tenemos que analizar que gran parte de la sociedad fue a golperle la puerta de los cuarteles y es un hecho que hay que debatirlo.

Foto: Revista Resistencias

En función de ese debate están trabajando en una publicación

Estamos trabajando en tener una publicación específicamente sobre Pasco, acercándonos a los 50 años de lo sucedido, en conjunto con la Universidad de Lanús, con la rectora Ana Jaramillo y el organismo de derechos humanos, Instituto de Políticas Públicas y Derechos Humanos del Mercosur, cuyo director ejecutivo es Remo Carloto.

Le hemos puesto un título, que nos ayudó una gran compañera que es Nora Patrich, una artista plástica que elaboró para este año una imagen muy significativa que ya la hemos puesto en las redes. Y sintetizamos esta idea en un título que es “Sur, Pasco y después”, haciendo referencia al tango. Sur porque era la zona donde desarrollaban la militancia los compañeros; Pasco porque concretamente fue el lugar donde fue la masacre; y el después, por la idea de ir trabajando con las nuevas generaciones y la coyuntura actual.