Triunfo histórico de la lucha por el Garrahan

Tras meses de lucha, las y los trabajadores lograron un aumento del 61% en sus sueldos básicos. La medida fue anunciada este martes mediante un comunicado del centro de salud; será para empleados y empleadas de planta, con contratos de empleo público, becarios/as y residentes.

Durante meses, el personal del Hospital Garrahan llevó adelante una ardua pelea contra el Gobierno Nacional reclamando salarios dignos, aumento presupuestario y el reconocimiento del trabajo que se realiza día a día en la institución pediátrica. “Sin admitirlo, el Gobierno empieza a aplicar parcialmente la ley votada en el Congreso. Es un extraordinario triunfo de la lucha del Garrahan, que conmovió a la Argentina durante meses. Es, a la vez, una derrota de Milei, Lugones y la gestión del Garrahan, que se jugaron a reventarnos sistemáticamente sin lograrlo”, expresó ATE en un comunicado.

Sin dejar de trabajar, las y los trabajadores resistieron en las calles, pero también en el Congreso. El Presidente Milei, en otro acto de crueldad e insensatez, vetó la Ley de Emergencia Pediátrica que había sido sancionada por amplia mayoría en el Senado. Los argumentos esgrimidos se basaban en el gasto público y el riesgo del desequilibrio fiscal. No obstante, la oposición rechazó el veto con 59 votos positivos, 7 negativos y 3 abstenciones, lo que hizo que la Ley, finalmente, entrara en vigencia. 

La Ley 27.796 de Emergencia Sanitaria de la Salud Pediátrica y de las Residencias Nacional en Salud contempla, entre otras cosas, una recomposición salarial y la exención del impuesto a las Ganancias para guardias y horas extra. Además, incluye un aumento presupuestario, así como la habilitación de compras directas de insumos con financiamiento estatal. 

Esta victoria de las y los trabajadores del Garrahan refleja un cumplimiento parcial de la Ley. Si bien los aumentos salariales van acorde a lo establecido en la norma, aún no se han mencionado otros ítems, así como tampoco a otras instituciones pediátricas. 

La norma tiene como objetivo asegurar el acceso efectivo y equitativo “a los servicios de salud pediátrica” y “asegurar el funcionamiento adecuado de los hospitales públicos de atención pediátrica y proteger los derechos a la salud y a la vida de niños, niñas y adolescentes”. Además, procura mantener la continuidad de los sistemas de residencias médicas y de formación de profesionales.

Es decir, la legislación abarca mucho más que la recomposición salarial del personal de Garrahan. Por lo que la pelea por su efectiva implementación continuará.